¿CONSTRUYÓ ALEMANIA LA BOMBA ATÓMICA DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL?
ANTONIO CHOVER

Versiones oficiales sobre la inexistencia de la bomba atómica alemana
http://www.ciudadfutura.com/bitacora/bumpe/bumpe02/bumpe02.htm

La epopeya del último submarino
http://www.ciudadfutura.com/bitacora/bumpe/bumpe04a/bumpe04.htm

Objetivo Nueva York
http://www.ciudadfutura.com/bitacora/bumpe/bumpe04b/newyork.htm

Experimento en Rügen
En construcción



Primera parte:
Versiones oficiales sobre el gran atraso alemán en tecnología nuclear y primeras pruebas que señalan la falsedad de estas afirmaciones
Antonio Chover

Desde hace años sigo con creciente interés la evolución sufrida por la tecnología durante los años que rodean a la Segunda Guerra Mundial. En mis investigaciones he recogido abundante información sobre esa historia aeronáutica paralela que tanto interesa a Francisco Máñez, pero me he centrado especialmente en la cuestión del programa de investigación nuclear que permitió a Alemania poseer armas atómicas con bastante antelación al fin de la guerra.

Con esto me coloco en una situación difícil de partida, pues la historia oficial afirma categóricamente que nunca existió una bomba atómica desarrollada por los físicos e ingenieros del Eje. Es más:

1) No sólo no hubo bomba atómica alemana, sino que no existió jamás el más mínimo proyecto para crearla.

2) Los experimentos alemanes se limitaron a construir prototipos de reactores que no habrían funcionado jamás.

3) Con ellos se pretendía únicamente obtener energía y no material fisible para una bomba (plutonio), ya que la idea de su construcción se descartó por completo en 1942.

Incluso a nivel científico se afirma que los alemanes no avanzaron más allá de realizar algunos ensayos de tecnología nuclear básica:

1) Sólo existía un ciclotrón que funcionase (a partir de 1.944) y se encontraba en Heidelberg. Jamás se uso más que para llevar a cabo algunos experimentos de ciencia pura.

2) Nunca se produjo ni un miligramo de plutonio al carecerse de la tecnología necesaria para ello (ciclotrones y/o reactores).

3) Los ensayos para enriquecer el uranio fracasaron, hasta que hacia 1944/45 se consiguió algo a muy pequeña escala con ultracentrifugadoras.

4) El grafito se desechó porque no se cayó en la cuenta de que si contenía impurezas de boro o cadmio no resultaba útil ni efectivo como moderador.

5) Se intentó usar agua pesada como moderador, pero nada más se producía en Noruega y cuando los aliados bombardearon las fábricas en 1943 esta vía también se cerró.

6) Nunca se produjo un solo litro de D2O en la propia Alemania.

  Desde el fin de la guerra, Werner Karl Heisenberg, oficialmente jefe del proyecto nuclear, negó la existencia de una investigación sobre un arma atómica alemana

 Cincuenta años después sospechamos que Heisenberg nos mintió; es más, no sólo puede ser que existiera tal investigación, sino que fuese terminada antes que la estadounidense

  Cuando hablamos de historia "oficial" estamos refiriéndonos a aquella admitida por la mayor parte de la comunidad de historiadores. Esta comunidad ha negado categóricamente los avances alemanes en investigación nuclear basándose en las siguientes fuentes:

1) Los propios científicos alemanes Heisenberg, Weizsäcker, Bothe, Bagge, etc. Cuando aún estaban presos en Farm Hall (Reino Unido), pocos días después de Hiroshima, hicieron inmediatamente un comunicado público en el que afirmaban en esencia lo que más tarde ha recogido la historia oficial.  Todos ellos repitieron en múltiples ocasiones esta tesis. Por ejemplo, Heisenberg tuvo infinidad de oportunidades para reiterarse en entrevistas, libros y artículos.

2) Los políticos y personajes alemanes de la época; entre ellos destaca Speer, que en su libro Inside the Third Reich vuelve a afirmar que no existió plan militar de investigación nuclear.

3) El científico estadounidense Samuel Goudsmit que se encargó de estudiar los progresos alemanes en el campo nuclear. Goudsmit encabezó el proyecto ALSOS y sus conclusiones se publicaron en 1947 bajo el propio título de "ALSOS". En la obra se hablaba de lo encontrado en Alemania; o mejor dicho, de lo que no se había encontrado, puesto que los alemanes estaban todavía en "mantillas" según "demostraba" Gondsmit.

4) Los historiadores en general, y en particular los dedicados a la historia de la ciencia, se han hecho eco de las conclusiones y afirmaciones que nos han llevado a creer en la inexistencia de la bomba. Entre ellos destacan personajes de talla mundialmente reconocida como Robert Jungk, David Irving, Mark Walker, Thomas Powers, Irving Klotz y Jonathan Logan.

5) Las conversaciones llevadas a cabo por los científicos alemanes en Farm Hall durante los días siguientes a ser informados del lanzamiento de las bombas sobre Japón, fueron grabadas con micrófonos escondidos. Se esperaba así saber con precisión hasta dónde llegaron los alemanes en el tema nuclear, y los conocimientos reales de sus especialistas en el campo teórico.

Obviamente las transcripciones de aquellas conversaciones refuerzan todo lo escrito anteriormente; es más, demuestran que los científicos alemanes eran unos autenténticos catetos. Heisenberg pensaba que la masa crítica debían ser varias toneladas, y que por lo tanto la bomba era imposible (¡además, desconocía el plutonio!). Hahn no sólo desconocía el plutonio, sino que lo confundía con el neptunio.

Si los historiadores especializados en la Segunda Guerra Mundial afirman que no existen motivos para seguir estudiando el asunto, y la lectura del material relacionado con los implicados nos dice que jamás construyeron siquiera la base para crear un arma atómica ¿Por qué poner en duda la versión oficial? La contestación a esta pregunta es sencilla: porque la primera versión oficial aseguraba que a los alemanes se les había capturado descubrimientos técnicos y científicos que indicaban la existencia de una investigación tan avanzada como para que Alemania, de no poseer la bomba atómica, la habría tenido preparada poco tiempo después del fin de la guerra.

El 26 de agosto de 1945 Estados Unidos e Inglaterra emitieron un comunicado oficial, simultáneamente desde Washington y Londres, afirmando que el desarrollo de la bomba atómica enemiga era una realidad. Con fecha lunes, 27 de agosto de 1945 el New York Times, el The Times y el Svenska Dagbladet (entre otros muchos diarios en todo el mundo) publicaron este comunicado:

The New York Times
The Times
Svenska Dagbladet

MOTIVOS PARA CREER QUE LA PRIMERA VERSIÓN OFICIAL NO ES UN ERROR O UNA MENTIRA

No se trata sólo de un comunicado recogido por los periódicos más prestigiosos del mundo, sino que, además, la información venía directamente de la Office of War Information (OWI -USA) y del Ministry of Information (MOI - Reino Unido), es decir, nada menos que de los ministerios de propaganda e información bélica de los dos gobiernos aliados occidentales.  Debemos percatarnos de que la noticia venía acompañada de otras afirmaciones que hoy sabemos ciertas.

En las fotocopias podemos ver diferentes avances en diversos campos que, excluyendo a la bomba atómica y la fabricación de agua pesada, serían:
01) Sistemas antiradar por medio de coberturas y revestimientos especiales.
02) Experimentos con misiles pilotados y planes para uno capaz de recorrer 3.000 millas en un cuarto de hora.
03) Investigaciones en nuevos gases de combate.
04) Trabajos en planos para submarinos de altas prestaciones.
05) Motores a reacción altamente avanzados.
06) Métodos de despegue asistidos por cohetes.
07) Diseños aeronáuticos sin especificar.
08) Margarina fabricada con carbón.
09) Alcohol industrial y médico sacado también del carbón.
10) Lubricantes aeronáuticos de nuevo confeccionados a partir del carbón.
11) Jabón creado del carbón.
12) Y lo más importante: Carbón transformado en gasolina.

Si nuestros lectores acuden a las obras especializadas de los mismísimos historiadores oficiales (como Brian Ford, Fritz Hahn, Gerhard L. Weinberg, Michael J. Neufeld... etc.) comprobarán que: *01, 05, 06, 07, 08, 09, 10, 11 y 12 son rigurosamente ciertos. *02 se queda posiblemente corto. *03 y 04 son sin duda alguna falsedades propagandísticas que quedan muy por detrás de la realidad. 03 es falsa porque los alemanes no sólo "trabajaban en nuevos gases de combate" sino que ya habían fabricado muchas miles de toneladas (!) de estos gases llamados nerviosos (por ejemplo del gas SARIN).  04 es falsa porque no sólo había "especificaciones y planes para submarinos avanzados" sino 121 (!) de estos nuevos submarinos (llamados del tipo XXI) terminados y listos en el agua cuando la guerra terminó.

El análisis de la noticia del 27 de agosto de 1.945 nos permite concluir lo siguiente:

a) Los responsables directos de la distribución de esta información son en definitiva los gobiernos de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña, que decidieron hacer público este comunicado por medio de sus respectivos ministerios de información y propaganda de modo coordinado y simultáneo.

b) La fuente directa de la información del comunicado es lógicamente (dado "a" no cabía otra posibilidad) el más importante, secreto y especializado organismo de inteligencia tecnocientífica del que disponían estos dos gobiernos: El CIOS (luego volveremos a hablar de esta organización).

c) La contrastación de la información sobre la tecnología no nuclear que aparece en el comunicado con las fuentes más rigurosas y ortodoxas, pone de manifiesto como acabamos de ver, que NO SE HA ATRIBUIDO AL ENEMIGO NADA QUE ESTE NO TUVIESE REALMENTE. Pues justo al contrario, la información es o estrictamente verdadera o a veces una deformación propagandística que sólo reconoce una pequeña parte de los logros reales del adversario (como en el caso de los desarrollos 03 y 04).

Esto no puede sorprendernos. Ningún gobierno reconoce todos los desarrollos técnicos capturados al enemigo, especialmente si estos son de cuantía y/o afectan a la tecnología de destrucción masiva (como los gases nerviosos, por ejemplo). Semejante comportamiento no reportaría beneficio alguno y sí muchos problemas tanto a nivel militar como político y económico.

Las conclusiones "a", "b" y "c" son en realidad sencillas, obvias, casi triviales podríamos decir. Pero es importante comprender que se aplican no sólo a las tecnologías no nucleares que se mencionan, sino con tanta o más razón a la tecnología nuclear. Por lo tanto si el comunicado menciona que "los alemanes hicieron considerables (o significativos) progresos en el desarrollo de la bomba A" es seguro que al menos eso fue lo que sucedió.

No sabemos si el comunicado se queda tan corto en este terreno como en sus afirmaciones sobre el desarrollo de los gases nerviosos o de los nuevos submarinos, o si simplemente dice la verdad como sucede en los demás casos. Pero en base a la conclusión "c" y a la más elemental lógica es evidente que no se está exagerando ni inventando por exceso.

Pero todavía no hemos terminado de sacarle el jugo al comunicado oficial. En él se da el nombre del organismo encargado de controlar todo el espionaje científico de los aliados en Alemania, concretamente el CIOS (Combined Intelligence Objectives Subcommittee) ¿Existía esa organización? ¿Un comunicado suyo debía ser tomado en serio? ¿Estaba respaldado por estamentos oficiales?.

C I O S

En 1942, para combinar al máximo sus esfuerzos bélicos, los norteamericanos y los británicos crearon la Junta de Jefes de Estado Mayor Combinado (Combined Chiefs of Staff). Esta junta tenía un comité de inteligencia específico, y al más alto nivel bajo sus ordenes, el Comité de Inteligencia Combinado (CIC - Combined Intelligence Committee). Del CIC a su vez dependían diferentes organismos, siendo el más importante el subcomité dedicado a la inteligencia tecnocientífica. Este subcomité no era otro que el CIOS. La sección británica del CIOS se llamaba BIOS (British Intelligence Objectives Subcommittee) y la americana probablemente TIIC (Technical Industrial Intelligence Committee).

COMBINED CHIEFS OF STAFF - CIC - CIOS
CIOS = BIOS + TIIC

Todos estos organismos funcionaban al más alto nivel:

- Sólo rendían cuentas a sus organismos superiores.

- Tenían prioridad sobre cualquier otro grupo con competencias similares.

- Estos últimos debían facilitarles toda la información que poseyeran. Hacia 1943 el CIOS comenzó a crear grupos de expertos en diferentes campos, especializándose cada uno en áreas concretas. Por ejemplo, los ingleses montaron uno dedicado en exclusiva a "Pioneering Inventions, Missiles, and Rocket and Turbine Aircraft", que contaba entre sus miembros a un personaje legendario: Sir Ben Lockspeiser.Este fué posteriormente máximo consejero del gobierno británico en temas aeronáuticos (1946), prosiguiendo su meteórica carrera, en la década de los cincuenta, como el primer director general del CERN.  Aparte del CIOS y de los equipos de especialistas existían en ambos ejércitos aliados varias Secciones T (también llamadas Secciones Objetivos T, Objetivo T, Unidades T o CAFT). Se componían de soldados o espías con formación científica.

Acompañaban a las tropas de combate y aseguraban los "objetivos T" (laboratorios, fábricas, universidades, etc.) normalmente nada más terminar la lucha, pero en ocasiones sin que hubiera siquiera terminado. Sus misiones eran:

- Ocupar los "objetivos T".

- Hacer prisionero a todo el personal científico y técnico.

- Apoderarse del material documental y escrito.

- Capturar cualquier elemento técnico y de producción.

- Evitar el sabotaje alemán o de los trabajadores extranjeros.

- Confeccionar los informes preliminares y dejar todo listo y asegurado para el posterior trabajo de los grupos de expertos.

- Llamar inmediatamente a estos grupos si los hallazgos superaban los propios conocimientos de los equipos T.  Los Aliados deben en buena medida a las secciones T sus fabulosos "descubrimientos", y no sólo al caos alemán en la derrota. Una vez analizados exhaustivamente por los grupos de expertos, estos mismo redactaban lo que se llama Informes CIOS. No se sabe con seguridad cuantos informes CIOS existen, pero son como mínimo dos o tres millares. Además, BIOS confeccionó por separado otros mil al menos. Generalmente se localizan los informes finales de los años 1946 y 1947, pero en 1949 BIOS aún seguía publicando por la Oficina de Publicaciones del Gobierno de su Majestad. Es de suponer que, pese a haber sido disuelto el CIOS en 1946, la sección americana seguiría los pasos de la inglesa. Como podemos ver el comunicado del 27 de agosto de 1945 NO FUE FACILITADO POR UN ORGANISMO OFICIAL CUALQUIERA.



Segunda parte:
LA EPOPEYA DEL "ULTIMO SUBMARINO"
Antonio Chover

 El día del 49 aniversario del ataque a Hiroshima, Canal+ estrenó una desconocida película que el crítico de El País consideró perteneciente al genero de la "política ficción": El último submarino.

 En esta coproducción de escaso presupuesto se desarrolla un curioso argumento. Un submarino alemán zarpa a mediados de abril de 1.945 desde Kristiansand (Noruega) llevando a bordo un cargamento de armas secretas: cohetes, radares, aviones y sobre todo óxido de uranio. El objetivo es alcanzar el Japón y construir allí el arma final para derrotar a los aliados. Esta arma es evidentemente la bomba atómica, que eventualmente instalada en un cohete, sería capaz de evitar la derrota del Eje en el último momento.

 Este entretenido, pero aparentemente fantasioso argumento, produjo una película algo monótona que pasó por cierto completamente desapercibida. Incluso el crítico de El País (propietario de Canal+) fue poco entusiasta. Parece pues que la mejor alternativa sería olvidar esta insípida película. Pero no es esto lo que deben hacer nuestros lectores, puesto que la película se basa (malamente como veremos) en hechos rigurosamente históricos. Es más, si la película tiene un defecto grave es el de no saber reflejar todo lo que realmente sucedió.

    LOS HECHOS HISTORICAMENTE COMPROBADOS

Desde la posguerra fueron ya conocidos (sólo por los especialistas, claro) los siguientes hechos:

1. El 13 de mayo de 1.945 el submarino alemán de transporte U-234, de la clase XB, decidió rendirse. Por la zona del Atlántico en que se encontraba debía entregarse a los canadienses.

El navío contactó con Halifax y recibió al instante en perfecto alemán (como si ya estuviesen esperando su llamada) la orden de dar su posición y de dirigirse al mencionado puerto canadiense.

2. Inexplicablemente, sin embargo, el capitán del navío decidió engañar a los canadienses dando sucesivas falsas posiciones, mientras se acercaba al puerto de Portsmouth (USA).

El 16 de mayo de 1.945 el destructor americano "USS Sutton" tomó el control del U-234 que sería entregado a las autoridades de Portsmouth el 19 de mayo de 1.945.

3. La noticia recibió amplio eco en la prensa tanto local (Portsmouth Herald) como nacional e internacional.

 4. Desde el principio se reconoció que el submarino transportaba sistemas de armas secretas muy importantes hasta Japón. Entre sus pasajeros figuraban incluso dos oficiales del ejército nipón y un general alemán. Los japoneses se suicidaron tan pronto como el capitán de U-234 les comunicó su deseo de rendirse.

 5. A bordo iban los últimos y más sofisticados avances de la ciencia y tecnología alemanas: un Messerchsmitt 262 desmontado pieza por pieza, componentes vitales de misiles y cohetes, equipos electrónicos de comunicación, radares, las últimas espoletas de proximidad, revolucionarias granadas anticarro, medicamentos contra la malaria... y un sinfín de planos detallados de otros tantos sistemas y equipos de la más reciente tecnología bélica germana.

6. Pero lo más importante es que circulaban intensos rumores de que entre las 240 toneladas de carga había óxido de uranio o como mínimo algo conectado con la energía atómica. Estos rumores no llegaron a la prensa nacional americana ni a la internacional, pero sí aparecieron en los periódicos locales de Portsmouth.
 
  LA PISTA NUCLEAR SE CONFIRMA

En 1.983 un equipo de investigadores de la CNN se puso a trabajar en este asunto ya lejano pero no olvidado. Tras un largo tira y afloja consiguieron que el United States Naval Archive desclasificase la lista de descarga del U-234.

   La lista es ambigua en su redacción:

a) ¿Qué cantidad de óxido de uranio transportaba el submarino? ¿Diez contenedores con un total de 56 kg o 10 contenedores con 56 kg cada uno, es decir, un total de 560 kg?

b) ¿A qué tipo de óxido de uranio se refería la lista?

La pregunta "b" es absolutamente decisiva. El mineral de uranio es rico en el óxido U3O8. Es preciso entender que el U3O8 que se refina a partir del mineral uranífero natural es una sustancia relativamente inofensiva, especialmente en cantidades tan pequeñas como 560 kg. Media tonelada de U3O8 sólo contienen apenas 4 kg del isótopo explosivo del uranio de peso atómico 235, conocido generalmente como U235. Se necesitan de 50 a 60 kg de este isótopo para una bomba como la que destruyó Hiroshima. Extraer el isótopo explosivo U235 a partir del óxido natural U3O8 es un proceso muy complejo conocido como enriquecimiento. El producto final del enriquecimiento es el UO2, un polvo metálico pardusco con una proporción de U235 que varía entre el 3% para los reactores nucleares a más del 90% para las bombas atómicas.

560 kg de UO2 enriquecidos al 90% contendrían unos 450 kg de U235, es decir, suficiente material fisible para ocho o nueve bombas (!).

El equipo de la CNN, que era totalmente consciente de la necesidad de aclarar estas cuestiones, solicitó más información sobre el óxido de uranio que transportaba el submarino. Pero el gobierno americano invocó su legislación sobre secretos nucleares y se negó a facilitar ningún detalle más.  Los alemanes tuvieron durante la guerra cantidades ingentes de mineral rico en U3O8 a su disposición (más de 1.200 toneladas), algo que por otra parte nunca se ocultó después de 1.945 ¿Qué sentido podía tener entonces el hermetismo acerca de esta media tonelada en particular?.

No se podía sino sospechar que el submarino transportaba UO2 enriquecido en mayor o menor medida. ¿Es esto así? Y si el óxido de uranio era UO2 ¿Hasta qué punto se había llevado el proceso de enriquecimiento?

    WOLFGANG HIRSCHFELD

   El que fue jefe de radiocomunicaciones del submarino, Wolfgang Hirschfeld, de 83 años de edad es el autor de dos libros donde narra sus vivencias durante la guerra (Feindfahrten y Das Letzte Boot). "Das Letzte Boot" significa "El último submarino". Esto no es casual, obviamente, pues es precisamente esta la obra en la que se ha inspirado el guionista de la película que se mencionó al principio y que el crítico de El País tomó por pura ficción.

  Es interesante destacar que el gobierno de los Estados Unidos no se ha pronunciado oficialmente sobre la naturaleza exacta del uranio que transportaba el submarino U-234. Pero esto no ha impedido que ciertos medios de comunicación hayan puesto en circulación una versión oficiosa según la cual el submarino sólo transportaba óxido de uranio U3O8 no enriquecido y nada más.

LA VERDADERA CARGA
 
 He mantenido contacto epistolar y telefónico personal directo con el Sr. Hirschfeld. Ofrecemos en primicia a los lectores de Bitácora la siguiente carta:
http://www.ciudadfutura.com/bitacora/bumpe/bumpe04a/inser07/insercion07.jpg

   En esta carta así como en los dos libros citados el exoficial de comunicaciones del U-234 explica lo siguiente:

a) La misión del U-234 era ultrasecreta, pero en la base de Kiel (que es donde el submarino recibió originalmente su carga) todo el mundo sabía al menos una cosa: El destino del navío era Japón.  El motivo de esto era sencillo, pues existían dos oficiales japoneses pateando la base a sus anchas, que siempre estaban atentos junto al submarino cuando una nueva carga era introducida en éste.

b) Un día de enero de 1.945 Hirschfeld observó como se habían depositado un montón de pequeños paquetes sobre la proa del buque.  Los paquetes eran como cubos de unos 25 cm de arista. Estaban envueltos en algo que parecía papel y era de color marrón.

c) Junto a los paquetes se encontraban los dos oficiales japoneses. Uno de ellos escribía sobre cada paquete "U235" en gruesa tinta negra y a continuación dos marinos alemanes introducían el paquete con visible esfuerzo en un departamento de carga delantero del submarino.

d) Hirschfeld, extrañado por la escena y por el aparentemente estúpido error de los japoneses (¿Por qué poner "U235" en unos paquetes que transportaba el submarino U-234?!!) les preguntó el motivo que tenían para escribir aquello. Uno de los japoneses le contestó que era una carga que debía haber ido al Japón con el submarino U-235, pero que éste ya no haría semejante viaje. El oficial de comunicaciones creía recordar que el U-235 era un submarino de la clase VIIC incapaz de alcanzar el Japón. Aún así lo comprobó en la 5° Flotilla; y en efecto, el U-235 jamás tuvo nada que ver con la isla nipona.

e) Extrañado le comentó todo el incidente al comandante del navío, el cual le dijo: "!Por el amor de Dios oficial de comunicaciones, le tengo que ordenar que mantenga usted el más absoluto silencio sobre este incidente y que tampoco vuelva a comentar nada sobre él con los japoneses. Ya se lo aclararé todo en Tokio!".

f) Los marinos del U-234 que ayudaron a cargar los paquetes comentaron que estos eran muy pesados. Su expresión exacta fue: "Eran pesados como el plomo".

Pregunté a Hirschfeld personalmente por teléfono su opinión sobre la lista oficial de descarga que han desclasificado los americanos. Dijo lo siguiente:

- Hablar de cajas ("cases") era absurdo. Los cubos que el vio eran pequeños y sólo se pueden calificar de paquetes.

- Tampoco la cifra del número de paquetes era correcta. El no los contó, pero había patentemente más de diez.

- No supo, ni sabe ahora, que contenían los paquetes. Sólo sabe que eran pesados como el plomo y que los japoneses escribieron sobre ellos "U235".

- A los pocos días de llegar a Portsmouth aún no se habían abierto los departamentos de carga delanteros, porque los americanos temían que hubiese "bombas-trampas" escondidas en ellos.

- Poco después llegaron unos norteamericanos con unos aparatos. Los aparatos parecían dar lecturas positivas al enfocarlos hacia la parte delantera del submarino.

- Como todo el mundo estaba muy excitado, Hirschfeld preguntó lo que pasaba. Un oficial de inteligencia americano le dijo
que los individuos con los aparatos eran científicos con contadores Geiger, que estos contadores indicaban radiación
cuando estaban cerca de los departamentos de carga delanteros y que el submarino transportaba uranio.

- El oficial americano no dio más explicaciones y pidió la cooperación del personal competente alemán para abrir los tubos
que contenían el uranio.

- Esta fue la primera vez que Hirschfeld oyó la palabra "uranio" en conexión con la carga del U-234.

- El oficial alemán que ayudó a sacar los paquetes fue premiado con su liberación y su inmediata vuelta a Alemania.

 ULTIMAS NOVEDADES EN EL CASO

El año pasado el investigador norteamericano Carter Hydrick publicó en Internet parte de su libro Critical Mass. Este investigador lleva bastantes años más que yo tratando de resolver el enigma de la bomba alemana y del submarino U-234. Recomiendo a los lectores de Bitácora que consulten estas páginas (http://st2.yahoo.com/hydrick/info.html). Aunque no comparto algunas de sus conclusiones, coincidimos en lo esencial.

Entre otros hallazgos este autor topó en los archivos nacionales con un despacho secreto de la Navy que demuestra que los paquetes que llevaba el submarino U-234, estaban forrados por dentro con una capa de oro (Navy Secret Dispatch # 262151).

    El oro es una sustancia químicamente muy estable, que se usaba para proteger al uranio de la corrosión durante su transporte. Pero este forro de oro sólo se utilizaba para proteger al uranio ya muy enriquecido, puesto que con un coste de 100.000 dólares por onza, bien merecía la pena evitar su corrosión a cualquier precio.

El óxido no enriquecido U3O8, por el contrario, se transportaba inevitablemente en grandes cajas o tambores de madera sin más protección.

Todo parece indicar que el submarino transportaba efectivamente uranio enriquecido, probablemente apto para su utilización directa en armas atómicas.

Pero para obtener este material se necesitaban grandes fábricas de enriquecimiento y, por tanto, un programa de desarrollo de armas nucleares que según la versión oficial nunca existió en Alemania.

    PREGUNTAS FINALES

¿Dónde se encontraban estas fábricas de enriquecimiento?  Prefiero no contestar de momento esta pregunta, aunque disponga de indicios aún provisionales. La hipótesis de Carter Hydrick al respecto es sorprendente y el lector podrá encontrarla en el capítulo primero de Critical Mass, que está disponible libremente en Internet.  También la hipótesis que el autor alemán Harald Fäth expone sobre las instalaciones subterráneas del Jonestal (Turingia) en su libro 1.945 - Thüringens Manhattan Project es digna de atención. Los lectores de Bitácora podrán encontrar un breve resumen de las tesis de este autor en

http://archiv.berliner-morgenpost.de/bm/archiv1998/980412/politik/story07.html

¿Qué sucedió finalmente en EEUU con el uranio del submarino? Sobre este particular no caben muchas dudas, como demuestran el artículo de Der Spiegel del 08-01-1.996 y pistas como la siguiente hallada por Carter Hydrick: "De acuerdo con las órdenes conseguí la carga del U-234... y lista de inventario enviada al CNO (Oficial Jefe de Operaciones Navales) el cual dará instrucciones de embarque y controlará el acceso así como la disponibilidad de toda la carga, debido a su vital importancia para la guerra en el Pacífico". Transmisión secreta de la Navy # 222115  Base Naval de Portsmouth 23 de mayo de 1.945

A todas luces el uranio del U-234 fue enviado a Oak Ridge o a Los Alamos e incorporado a las primeras bombas atómicas americanas, especialmente a la de Hiroshima.



Tercera parte:
OBJETIVO NUEVA YORK
Antonio Chover

INTRODUCCIÓN

     En la parte dos de este informe vimos como llegaron a manos norteamericanas los 560 kg de "óxido de uranio" del submarino U-234.

     Vimos también que la interpretación más razonable era suponer que se trataba de óxido de uranio muy enriquecido (con una altísima proporción del isótopo de peso atómico 235), apto para su uso directo en armas nucleares.

     Recordemos brevemente los motivos que nos llevaron a esta conclusión:

1) El único superviviente del submarino (Wolfgang Hirschfeld) vió claramente que ciertos pequeños contenedores que se estaban introduciendo en los departamentos de carga de proa, llevaban la inscripción "U235".

2) Existe evidencia documental múltiple de que los recipientes que contenían el uranio estaban recubiertos interiormente con una capa de oro.  Vimos que el óxido natural de uranio (U3O8) jamás se transportaba de esta manera. Con vulgares cajas de madera o incluso simples sacos de papel grueso era más que suficiente. Por el contrario, una substancia tan cara e importante como el óxido de uranio muy enriquecido (usualmente UO2) solía protegerse contra la corrosión con ayuda del oro.

3) Al final de la parte II presenté un documento del 23 de mayo de 1945, donde el jefe de operaciones navales calificaba el cargamento del U-234 como "de VITAL IMPORTANCIA para la guerra en el Pacífico".

     Dado que 560 kg de óxido natural de uranio (básicamente U3O8) habrían sido desde un punto de vista militar completamente irrelevantes, es forzoso concluir que el cargamento del submarino era, no sólo óxido de uranio enriquecido, sino más aún algún compuesto de uranio apto para su uso casi inmediato como explosivo nuclear (probablemente UO2 con una proporción isotópica de U235 superior al 90%).

     Es preciso recordar que la invasión del Japón habría costado a los norteamericanos probablemente más de un millón de bajas. El problema de "vital importancia" al que se enfrentaban los lideres americanos en mayo de 1.945 era conseguir la rendición incondicional de los nipones, sin tener que recurrir a una prolongada y sangrienta invasión aeromarítima del archipiélago japonés.

La solución a este problema "vital" fue hallada a bordo del submarino U-234.

A) BOMBAS DE URANIO Y DE PLUTONIO

  Para fabricar una bomba se requiere una substancia que sea un explosivo nuclear. El plutonio de masa atómica 239 (Pu239), el ya citado uranio de masa atómica 235 (U235), el U233 y por ejemplo el Pu241 son explosivos nucleares.

Para activar una bomba nuclear se pueden usar dos tipos de espoletas:
 
 1) Espoleta explosiva: Consiste en reunir en fracciones de milisegundo y con ayuda de un explosivo convencional, dos masas subcríticas del explosivo nuclear, formando un total supercrítico que estalla.

 2) Espoleta implosiva: Es aquella que incrementa la densidad de una masa subcrítica haciéndola supercrítica. La implosión la producen una serie de explosivos convencionales que rodean el material fisible, comprimiéndolo al estallar.

   Las espoletas explosivas son fáciles de construir, pero las implosivas son de una gran complejidad técnica.

     Lo interesante es que el U235 puede hacerse estallar con ambas espoletas, mientras que el Pu239 sólo explota apropiadamente con las implosivas (debido a la alta tasa de fisión espontánea de este isótopo). Es decir, que la parte difícil en el proceso de la fabricación de la bomba de uranio es obtener la cantidad suficiente de explosivo nuclear U235. Obtenido este, resulta fácil ensamblar un detonador explosivo y hacer estallar el artefacto. Con el compuesto de uranio que transportaba el submarino resultaba sencillo fabricar de modo inmediato al menos seis bombas atómicas de unos quince kilotones de potencia.

     Las preguntas que se harán los lectores ahora son obvias:

1) ¿Existen indicios, aunque sean leves, de la realización por el Tercer Reich de explosiones nucleares de prueba?

2) ¿Existieron al menos planes, por parte alemana, para utilizar artefactos atómicos contra algún objetivo aliado?
 
          A la pregunta uno responderemos en la parte cuarta de este informe. La respuesta a la dos la encontrará el lector inmediatamente en el siguiente apartado.
 
B) "ZIELVORSCHLAG NEW YORK" (Objetivo Nueva York)

     En 1.987 se publicó una obra que hoy es ya un clásico: "Waffen und Geheimwaffen des deutschen Heeres. 1.933-1.945." El autor es el historiador Fritz Hahn que pertenece sin la más mínima duda al campo de la historiografía más académica y oficial. En la página 168 del tomo II se encuentra reproducido el siguiente documento:

     Otra reproducción de este plano la pueden encontrar nuestros lectores en la siguiente página web:
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/1325/attack.JPG

     Nos encontramos pues, ante un documento perfectamente conocido y aceptado como auténtico, por la más rigurosa historiografía oficial.

     Este plano se realizó en Alemania en 1.944 y se le relaciona en todo momento con los proyectos que surgieron aquel año para bombardear Nueva York con cohete como el A-9/A-10 o con aviones espaciales como los concebidos por Eugen Sänger. Según los historiadores oficiales, estos ingenios habrían transportado cargas explosivas convencionales de una o dos toneladas.

     Pero para lanzar esas dos toneladas sobre América se requería un costoso cohete de 100 toneladas de peso. Un arma tan antieconómica sólo podría haberse usado a muy pequeña escala y con un impacto más psicológico que militar. He aquí el motivo de que todos estos proyectos fuesen cancelados, concluyen los historiadores ortodoxos.

     Pero si nuestros lectores se fijan con atención en el documento, verán que éste nos cuenta una historia MUY DIFERENTE.

     Como se puede ver nos encontramos ante un mapa que indica la densidad de distribución calorífica (en kilocalorías por kilómetro cuadrado) que generaría cierto bombardeo de la ciudad de Nueva York. Se indica:

- La zona circular de daño máximo, que llega hasta los 1,35 km de distancia del centro de impacto.

- La zona de daño secundario que alcanza hasta un radio de 4,35 km del centro teórico de impacto.

- Un círculo punteado de 2 km de radio, que indica la zona de dispersión probable del impacto, es decir, la zona alrededor del centro teórico de impacto donde el misil caerá probablemente de modo efectivo.

     Lo importante es fijarse ahora en las cifras indicadas. La densidad de cobertura calorífica media en la zona de daño máximo es de 1,4 por 10E8 kcal/kmE2 y en la zona de daño secundario de 7 x 10E6 kcal/kmE2.

     Es decir, que en un círculo de 1,35 km se depositarían 140.000.000 kcal por cada kilómetro cuadrado; o lo que es lo mismo 140.000.000.000 calorías por kilómetro cuadrado (140 mil millones !).

Con ayuda del gráfico es fácil calcular la energía calorífica total que se habría depositado:

Zona de daño máximo 7,435 x 10E8 kcal
Zona de daño secundario 3,695 x 10E8 kcal
Energía calorífica total depositada 11,130 x 10E8 kcal

     En una explosión nuclear típica, aproximadamente entre el 6 y el 8% de la energía desprendida se irradia sobre las superficies adyacentes. Sabido esto y conociendo la equivalencia en calorías de un kilotón (un kilotón o kt equivale a la fuerza explosiva de 1.000 toneladas de TNT, que equivalen a su vez aproximadamente a 1,12 x 10E12 colorías) es fácil estimar la potencia de la bomba que habría generado la onda de choque térmica del mapa.

     Los valores que se obtienen están entre los 14 y los 18,8 kt.

     Algunas consideraciones para finalizar esta tercera parte:

a) Es por supuesto completamente imposible producir los estragos que muestra el plano usando cohetes con cabezas convencionales de una o dos toneladas, a no ser que se usen  muchos miles simultáneamente.

b) Toda explosión atómica produce tres efectos principales: onda de choque, efecto térmico y radiaciones. Pero es el calor el que causa el 60% de las muertes en toda explosión mayor de 10 kt. Este es el motivo por el que los científicos alemanes se limitaron a indicar el alcance letal de los efectos térmicos. En la zona de daño máximo se depositan 14 calorías por centímetro cuadrado (14 cal/cmE2). Dado que con 10 cal/cmE2 ya se producen quemaduras mortales de tercer grado, se comprende que lo que el mapa nos indica es el área en el que la tasa de mortalidad habría sido prácticamente del cien por cien (toda la parte central y sur de la isla de Manhattan).

c) Los parámetros de este artefacto se parecen a los de la bomba de Hiroshima de modo "asombroso":

- La mayoría de autores estiman la potencia de Little Boy entre 15 y 20 kt.

- En Hiroshima se depositaron 10 cal/cmE2 hasta un radio de 1,6 km (Encyclopedia of Sciencie & Technology. Volumen 12, página 130. Editorial Mc Graw Hill).

     Haciendo una breve extrapolación lineal vemos que este artefacto habría liberado unos 11 cal/cmE2 en ese mismo radio (!).

d) En definitiva podemos ver que los autores del documento que nos ocupa tenían un conocimiento preciso de los efectos del artefacto que habían planeado lanzar.

Pero la bomba atómica era un arma completamente nueva y revolucionaria cuyos efectos exactos no se podían prever con tanta precisión.

     La pregunta a la que nos lleva todo esto es la siguiente: ¿Realizaron los alemanes algún ensayo con su bomba en algún momento de 1.944?. De esto nos ocuparemos en la siguiente parte de este informe.